Mi experiencia como Au pair en San Francisco (durante la pandemia)
- marisol_jmz
- Aug 5, 2021
- 4 min read
Updated: Aug 20, 2021
Hace ya varios meses que traigo dos preguntas dando vueltas en mi cabeza: ¿qué hago aquí? y ¿qué hay más allá de las fotos bonitas en mi Instagram?

El semestre pasado tomé una clase en el City College para mejorar mi pronunciación en Inglés que movió muchos sentimientos dentro de mí. La primera instrucción de la profesora fue compartir "la verdadera razón por la cuál habíamos decidido inscribirnos a una de las pocas clases nocturnas que hay para extranjeros".
Para ella era importante saber por qué estábamos ahí esa noche. Muchos de mis compañeros se limitaron a decir "to learn English" (para aprender inglés), pero yo realmente me puse a pensar en todos los motivos que me orillaron a estar conectada en la reunión de zoom a las 8 de la noche después de terminar mi trabajo y mi rutina de ejercicio.
Esta fue mi explicación a la pregunta "Why am I here"? :
Mi trayecto a esta clase -a este lugar y país- no siempre fue claro o fácil.
Como soy la primera hija de mis padres, me ha tocado averiguar muchas cosas a lo largo de mi vida. Decidí estudiar periodismo y en repetidas ocasiones no sabía con quién podía hablar o pedir algún consejo que me ayudara profesionalmente, pero seguí haciendo preguntas hasta que obtuve las respuestas que necesitaba.
Recuerdo perfectamente la primera vez que vi un cartel rosa en un pasillo de mi Universidad con una foto de una Au Pair abrazando a sus host kids con un hermoso background que ahora pienso podría haber sido Yosemite National Park. Me imaginé que podría ser yo... ¡Deseaba poder mejorar mi nivel de inglés, estudiar algo relacionado con periodismo y poder conocer realmente la cultura americana!
En ese momento tomé una foto rápidamente para encontrar más información en cuanto llegara a casa. Pero descubrí que no estaba lista, aún tenía muchas cosas que terminar en México.
Siempre he pensado que las personas que eligen vivir en un país distinto al suyo son muy valientes porque se trata de una decisión que los hace dejar atrás su zona de confort, a veces tienen que renunciar a su trabajo, terminar o poner en pausa relaciones de pareja y apartarse físicamente de su familia y amigos.
Todo eso para aventurarse en una experiencia completamente diferente. Otro de mis profesores suele decir que es un verdadero ejemplo de coraje que cambia la vida y refleja un enorme desarrollo personal.
A mí me tomó cinco años tomar esta decisión. Fue al terminar una clase de italiano cuando una de mis compañeras me comentó que acaba de regresar a la CDMX después de haber estado en Francia trabajando como Au Pair y me contó un poco de su experiencia. Al llegar a casa, releí toda la información que había solicitado cuando me enteré de la existencia de este programa y esta vez fue diferente.
Ya tenía mi título universitario, tuve que renunciar a mi trabajo y hablé con mis padres y amigos para comunicarles mi decisión. No iba a quedarme con la idea de "qué hubiera pasado sí...", y lo hice.
Llegué a New York el 13 de enero del 2020 para asistir a la Au pair training school y cuatro días después aterricé en San Francisco. Jamás imaginé que en menos de un mes habría una pandemia que cambiaría todos los planes que tenía para mi año como au pair.
Supongo que la vida va constantemente sugiriendo cosas que no habíamos visto, que tal vez no conocíamos y para el que sabe mirar, está llena de sorpresas. Durante la eterna cuarentena estuve en casa con mi familia anfitriona y con el paso de los días nuestra bonita relación se volvía más sólida. Eleanor, Esther y Leila (mis host kids) se han convertido en mis mejores amigas y mis compañeras favoritas de aventuras.
Creo que tal vez no sean los lazos de sangre los que únicamente nos hacen ser una familia. Quizás son las personas que nos saben vulnerables y en vez de hacernos daño deciden abrazarnos, los que merecen todo nuestro amor y agradecimiento. En este viaje me he llevado varias sorpresas encontrando a nuevos amigos y mentores que me han acompañado todo este tiempo lejos de casa.
La pandemia ha trastocado todo lo cotidiano. Algunos cambios son muy visibles como las mascarillas, el gel antibacterial en cada esquina y las decenas de videollamadas por zoom para los que trabajan y estudian a distancia. En mi caso, adaptarme a esto no fue tan complicado hasta que empecé a cuestionarme ¿a dónde iba? ¿por qué tenía tanta prisa? ¿por qué me sentía tan cansada y agotada?
En los primeros meses leí muchísimo, vi una infinidad de películas y me inscribí a todos los cursos online que eran de mi interés. Traté de mantener mi mente ocupada pero eso solo me distrajo.
A mitad del año, pasé una de las etapas más complicadas porque hasta ese momento, nunca había sido consciente de lo difícil que es trabajar en el mismo lugar donde vives; estar con una familia que no es la tuya todos los días de la semana, del mes y del año; comunicarte en tu segundo idioma todo el tiempo y extrañar tanto a las personas que amas.
En los 18 meses que llevo viviendo en San Francisco he tenido que tener mucho amor y paciencia para mí misma. He aprendido a priorizar mi salud física y mental, a demostrar mi amor a mi familia y amigos superando las barreras marcadas por la distancia y he comprobado que ser un adulto responsable y decente toma mucho tiempo, esfuerzo y trabajo.
Hace poco leí una nota en Los Angeles Times donde el CEO del Happiness Research Institute (HRI), Meik Wiking, explicaba que "nuestra felicidad depende en gran parte de la relación que tenemos con nuestro pasado, de los recuerdos que guardamos de aquello que sucedió y de la capacidad para construir un relato positivo de nuestra propia vida".
Ahora más que nunca, pienso que es lindo regresar a nuestro pasado para agradecer, porque aunque ya no vayamos a tener la vida que teníamos antes, todas esas experiencias ahora forman parte de nuestra historia.
Me gusta la persona que soy hoy, con todas las desiciones que he tomado, el camino y aprendizaje.
Por eso estoy aquí.
Read. Now I must ponder to let it sink in before commenting. The picture is symbolic & revealing. We don't see you, only your upper back half. Were it not for your signature as author, we would not know it is you. It could be just about anyone's photo. Anonymous.
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